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La iglesia de Sant Pere |
En este marco iniciamos una ruta circular por la Serra de Millà, muy poco transitada pero de gran interés para excursionistas y escaladores, con impresionantes y vertiginosos acantilados. Además contaremos con un excelente guía, un perro que solamente bajar del coche nos vino a saludar. A pesar de esforzarnos para que no nos siguiera en un principio, finalmente nos acompañará durante los 15 kilómetros de recorrido. Ya alejados del municipio dejándonos encariñar e incluso ofreciéndole agua en diversas ocasiones durante las cuatro horas que tardaremos a completar el recorrido. La cuestión, es que el simpático perro nos guio en todo momento, sin dejarnos opción a perdida, o bien se conocía el camino o siguió algún rastro.
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La población de Millà |
A la derecha de la iglesia de Sant Pere nace una calle por la cual descenderemos, para adentrarnos rápidamente en un sendero camino de la Font del Cinto. Un antiguo lavadero que actualmente se encuentra comido por la maleza y del que no brota ni una sola gota de agua. Seguimos en un itinerario perfectamente señalizado con un gran número de hitos y pintura verde, algo camuflada por el entorno. Superando el barranco de les Arnes y posteriormente el de l’Horta.
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Serrat dels Boïcs |
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Serrat dels Boïcs |
Justo después de atravesar las ruinas del corral del Peraire, el sendero nos aguarda una sorpresa. Tras unos matojos y una suave depresión del terreno, se oculta una pequeña apertura que esconde la cueva del Biot del Peraire. Formada por una única sala de importantes dimensiones pero sin formaciones destacables. Su acceso es muy sencillo y es recomendable llevar un frontal para poderla visitar. Nosotros disfrutamos unos minutos en su interior, antes de proseguir camino del Puig de Millà.
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Intentando fotografiar el interior de la cueva del Biot del Peraire |
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Asomando al exterior de nuevo |
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La pequeña apertura que esconde la cueva del Biot del Peraire |
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Montsec d'Ares y de Rúbies |
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Serra de Sant Miquel con la cima de Los Picons |
A partir de este punto el camino gana suavidad, coronando un falso puig de cota 1.022 m. Al cabo de unos pocos minutos, escondido en una zona de altos y abundantes matorrales, alcanzaremos el vértice geodésico que marca la cima del Puig de Millà (1.025 m). Como indicaba anteriormente el camino está perfectamente señalizado y no deja opción a perdida. Pero para disfrutar del entorno, deberemos descender en sentido oeste. Donde nos encontraremos un espléndido balcón sobre el Congost de Fet. El mirador se desploma verticalmente hasta las aguas del pantano de Canelles. Produciendo una vertiginosa sensación ante tal vacío. La panorámica abarca las cercanas Serra de Millà, Serra de Blancafort, Serra de Savinós y el Montsec. Con unas inmejorables vistas sobre el Congost de Mont-rebei, la Torre de les Conclues, el Castell del Fuït o la Pertusa. Dejándose intuir en la lejanía el Monte Perdido, el Cotiella o la Pica d’Estats.
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Vistas del Puig de Millà (1.025 m) desde la cota 1.022 m |
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Vértice geodésico del Puig de Millà (1.025 m) |
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El mirador se desploma verticalmente hasta las aguas del pantano de Canelles |
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Nuestro fantástico guía oteando el paisaje |
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Embalse de Canelles |
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Congost de Fet, modelado durante siglos por el Noguera Ribagorçana |
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Congost de Mont-rebei frente el cual se situa la Ermita de la Mare de Déu de la Pertusa |
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A la izquierda de la imagen la Serra de Savinós, al fondo el Montsec de l'Estall y d'Ares |
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Monts de Millà |
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Monts de Millà |
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La Crenxa, Torre de les Conclues y el Castell del Fuït |
Deshacemos parcialmente el camino, para superada la cota 1.022 m coger un sendero dirección al Pla de les Bruixes, en forma de una amplia llanura. La conexión está señalizada con hitos, pero resulta fácil despistarse y desviarse del camino por la gran cantidad de vegetación. De todas formas la orientación es clara y el tramo de confusión es muy pequeño. Alcanzada la planicie deberemos seguir por una pista que transcurre por su zona central. Cuenta la leyenda que en esta zona las noches de luna llena se producían aquelarres, reuniones de brujas, brujos o hechiceros en honor a Satanás. Pero nosotros solamente nos encontraremos con un rebaño de inofensivas ovejas.
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Zoom al Monte Perdido |
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Una balsa seca en el Pla de les Bruixes |
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Pla de les Bruixes |
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Rebaño de ovejas en el Pla de les Bruixes |
Tras atravesar toda la llanura una pista nos lleva a ganar algo de altura, para posteriormente iniciar un descenso ininterrumpido. Ya finalizando nuestra salida nos encontraremos con el santuario de Sant Llobí, donde los vecinos de Millà celebran anualmente un aplec. Está totalmente restaurado y parece un buen lugar para pasar un día en familia en el monte. Desde este punto pocos minutos nos separan de la población de Millà.
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Santuario de Sant Llobí |
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Santuario de Sant Llobí |
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Olivo |
Alcanzado el pueblo nos acercamos a la única casa habitada, donde nuestro guía se dirigió en cuanto llegamos. Con la intención de explicarles que nos había acompañado toda la ruta y que posiblemente estuviera cansado. Así como disculparnos si lo habían echado en falta. Pero en esos momentos no había nadie. Por tanto le dimos agua de nuevo en la fuente del municipio antes de iniciar nuestro regreso a casa.
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Nuestro inmejorable compañero de ruta |
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