Son las 00:15 horas de la madrugada del 25 de julio de 1939, es el día y la hora escogida por las tropas republicanas para cruzar el río Ebro. Consiguen hacerlo por 13 puntos diferentes y uno de ellos es a la altura de Faió o Fayón. Con miles de soldados republicanos cruzando el río Ebro comenzaba la batalla más larga, decisiva, cruenta y sangrante de la Guerra Civil Española, la Batalla del Ebro. Por delante 115 días de combates durísimos, con más de 30.000 muertos, 75.000 heridos y 15.000 prisioneros. En este marco histórico transcurre nuestro itinerario, una sencilla circular que nos permitirá descubrir el entorno y la historia de un pueblo que lo perdió todo, al ser anegado por las aguas del embalse de Riba-roja. A pesar de la digna resistencia de sus vecinos, que fueron sometidos a una durísima represión.
Ficha de la actividad
Distancia | 11,7 km |
Desnivel positivo | 360 m |
Desnivel negativo | 360 m |
Altitud máxima | 267 m |
Altitud mínima | 60 m |
Dificultad técnica | Fácil |
Dificultad física | Fácil |
Circular | Sí |
Zona geográfica | Faió / Fayón |
Track | Descargar |
Comenzamos nuestro itinerario en el pueblo nuevo de Faió, instalado sobre una colina cercana al pueblo viejo. En cuyas casas se instalaron los pocos vecinos que quedaron tras anegarse el antiguo pueblo. Iniciaremos nuestro itinerario frente al Museo de la Batalla del Ebro, uno de los más importantes de Aragón y que sin duda vale la pena visitar. Justo tras salir del pueblo nos desviamos por una pista a mano izquierda camino de La Mineta. En este lugar, la presencia de un curso de agua subterránea frustró la explotación de una mina y el sitio fue abandonado. Con su cierre, este pequeño manantial, se convirtió en un lavadero público, donde las mujeres acudían a limpiar la ropa mientras los más pequeños jugueteaban por los alrededores.
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La Mineta |
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La Mineta |
Visitado el lugar, seguimos camino del pueblo viejo de Faió. Pero antes encontramos la cueva de la Aureola, un abrigo natural que fue utilizado como refugio durante la Guerra Civil. Seguimos y nos encontramos con una familia de cabras montesas que se elevan hasta el castillo de Faió. Vestigio que nos desvela que ya estamos a escaso metros del viejo pueblo. Abandonamos la pista y una senda nos aproxima hasta la orilla del río Ebro. Ante nosotros observamos el campanario de la antigua iglesia de Faió, parcialmente sumergido. La única estructura que junto al castillo nos revela la antigua ubicación de la villa.
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Cueva de la Aureola |
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Una familia de cabras montesas |
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El Castillo de Faió |
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La antigua iglesia de Faió |
Los vecinos de Faió plantaron una dura resistencia contra la construcción del embalse, negándose a abandonar sus casas. La dictadura franquista respondió enviando a la Guardia Civil a ocupar la localidad y el pueblo se levantó en lucha. Pero nada fue suficiente para impedir que el pueblo fuera anegado el 20 de noviembre de 1967. Las autoridades franquistas, de noche y con alevosía, cerraron las compuertas del pantano de Riba-roja y abrieron las del embalse de Mequinenza. Lo que provocó que se inundara el pueblo sin previo aviso y sus habitantes tuvieron que sacar sus pertenencias de las casas como pudieron, pero muchos no estuvieron a tiempo. La mayor injusticia es que a día de hoy, aún no se ha subsanado el abuso cometido con sus habitantes y muchas de sus peticiones siguen sin ser atendidas. Podéis profundizar más sobre su historia en el artículo “Fayón: 50 años de una historia sumergida” del Heraldo de Aragón.
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La antigua iglesia de Faió |
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Antiguo Faió / Foto: Salvat i Blanc, J. (1866-1929). |
Seguimos paralelos al cauce del río Ebro para, acto seguido, afrontar un pronunciado ascenso por el camino conocido como La Ziga-Zaga hasta la ermita del Pilar. Sin duda, un espléndido mirador sobre la confluencia de los ríos Matarraña y Ebro, que conforman un fantástico entorno natural con especies tan destacadas como el águila-azor perdicera.
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El río Ebro con la iglesia de Faió y el castillo. |
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Ermita del Pilar |
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Ermita del Pilar |
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La confluencia de los ríos Ebro y Matarraña no se puede apreciar debido a la desaparición de los caudales naturales con la construcción del embalse de Riba-roja. |
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Panorámica sobre los ríos Ebro y Matarraña desde el mirador de la Ermita del Pilar |
Avanzamos por la carretera que une la ermita con el pueblo de Faió, pero en apenas unos metros la abandonamos por una pista situada a nuestra izquierda. La pista desemboca en una desdibujada trocha que nos conduce hasta las viviendas de los trabajadores de la antigua estación de ferrocarril de Faió. El edificio, entre otros “lujos”, disponía de retretes, poco comunes en esa época. La estación poseía una pletórica vida gracias a la actividad industrial carbonífera. Reanudamos la marcha y a escasos minutos encontramos el viejo cementerio del pueblo, que también alberga una pequeña cárcel que data del siglo XIV o XV. El entorno fue rehabilitado para mantener la memoria de los antiguos moradores de Faió.
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Faió |
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Las viviendas de los trabajadores de la antigua estación de ferrocarril de Faió, ubicadas en la confluencia de los río Matarraña y Ebro |
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Una pequeña cárcel que data del siglo XIV o XV situada en el cementerio de Faió |
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Una pequeña cárcel que data del siglo XIV o XV situada en el cementerio de Faió |
Seguimos rodeados de oliveras camino del embarcadero de la Reixaga, para divisar el río Matarraña y un viejo túnel de la línea de ferrocarril Madrid – Barcelona. Así como un conjunto de trincheras elaboradas para recrear la Batalla del Ebro. Desde este punto, solamente nos quedará regresar a nuestro punto de partida por una pista asfaltada.
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El refugio de pescadores de la Reixaga, que cuenta con diversos embarcaderos y zonas de pícnic. |
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Embarcadero de La Reixaga |
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Zona de trincheras y campamentos donde anualmente se recrea la 'Batalla del Ebro' |
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Un solitario olivo rodeado de una extensa llanura |
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