La Ruta de Chimiachas transita entre barrancos y tozales, permitiéndonos descubrir el Parque Cultural del Río Vero, declarado Patrimonio de la Humanidad por sus pinturas rupestres. Su principal atractivo es la posibilidad de visitar el magnífico ciervo de Chimiachas, disfrutando durante el itinerario de increíbles vistas sobre la sierra de Guara y el cañón del río Vero. Además partiremos de la villa de Alquézar, uno de los pueblos más bonitos de España.
Ficha de la actividad
Distancia | |
Desnivel positivo | |
Desnivel negativo | |
Altitud máxima | |
Altitud mínima | |
Dificultad técnica | |
Dificultad física | |
Circular | |
Zona geográfica | |
Track | |
Recorrido
Emprendemos la marcha en la parte alta de Alquézar, concretamente del parking ubicado junto a las piscinas municipales en dirección a las Balsas de Basacol. Tras recorrer unos 500 metros encontramos una bifurcación señalizada, junto a la cual hallamos una recreación de una caseta de pastor típica de la sierra de Guara. A la izquierda parte una senda ascendente que en apenas 400 metros nos permite visitar la ermita de San Gregorio. En cambio, hacia la derecha seguiríamos en dirección a las Balsas de Basacol, nuestro primer objetivo. Pero os recomendamos notablemente ascender hasta la ermita de San Gregorio, conocida como el “faro” de los perdidos y construida en un punto elevado que nos permite contemplar una bella panorámica sobre el valle del Vero y las sierras orientales de Guara y Alquézar. Su sobrenombre lo obtiene del ermitaño que en ella vivió hasta el siglo XIX, que tocaba la “campana de los perdidos” los días de niebla para que los arrieros, pastores o cazadores no se perdieran.
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Señalética de la Ruta de Chimiachas |
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Alquézar |
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Ermita de San Gregorio |
Al NO de la ermita parte una pista de tierra que llega hasta un observatorio autorizado de aves, punto a partir del cual está totalmente prohibido el paso (el acceso está regulado para personas con movilidad reducida que quieran acceder en coche a la ermita). El motivo es la existencia de un muladar, un comedero para reforzar la alimentación de aves carroñeras. Desde allí podremos observar especies tales como el cuervo, quebrantahuesos, milano real, alimoche o buitre leonado. Respetando el bienestar de las aves, retrocedemos hacia el NE deshaciendo nuestros pasos hasta la bifurcación señalizada.
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Observatorio autorizado de aves de Alquézar |
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Buitres leonados |
Seguimos camino de las Balsas de Basacol progresando en paralelo al recuperado canal de tejones que en tiempos remotos traía el agua desde las balsas hasta Alquézar. El sendero supera un tramo de pasarelas, adentrándose al bello barranco de Payuela. Atravesando poco después un pequeño puente. Tan solo nos resta una pequeña y marcada subida hasta las dos magníficas balsas. Las balsas de Basacol, de origen árabe, eran los aljibes que antiguamente abastecían las huertas y la villa de Alquézar. Junto a una de las balsas encontramos una pequeña construcción inspirada en los tradicionales esconjuraderos. Su función era “esconjurar” las tormentas de granizo, a las que se tenía un terror ancestral y se creía que eran provocadas por las brujas. En la actualidad este entorno es un refugio perfecto para los anfibios.
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Las pasarelas del barranco de Payuela |
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Un pequeño puente sobre el barranco de Payuela |
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Balsas de Basacol |
Seguimos durante unos minutos por una pista forestal hasta alcanzar un panel indicativo que nos marca el desvío hacia los abrigos de Quizans y Chimiachas. Enfilamos por un sendero que empieza a ofrecernos unas magníficas vistas sobre el cañón del río Vero, tras el cual se eleva la cordillera Pirenaica. Remontamos hasta llegar a la bifurcación que nos aproxima hasta los abrigos de Quizans, de formas plásticas provocadas por la erosión del viento y el agua. En estos covachos podemos observar pinturas rupestres tales como un pequeño ciervo, además de trazos y marcas que se engloban en el arte esquemático.
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Buitre leonado |
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Recreación de una caseta de pastor típica de la sierra de Guara |
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Cañón del río Vero |
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Cañón del río Vero |
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Abrigos de Quizans |
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Abrigos de Quizans |
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Pinturas rupestres en el abrigo de Quizans |
Por un marcado sendero en sentido NO remontamos hasta lo alto de las Cimas Altas, donde confluimos con una pista de tierra en la que encontraremos la desviación al abrigo de Chimiachas. Contemplando una bello pinar y una extensa panorámica sobre las comarcas del Sobrarbe y Ribagorza, pero también sobre toda la sierra de Guara.
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Tras el barranco de Chimiachas se eleva la cordillera Pirenaica |
Descendemos camino del profundo barranco de Chimiachas, afrontando un tramo que tiene su miga. Nos adentramos a un terreno de exuberante y frondosa vegetación, acompañados de un silencio inquietante. Seguimos por el cauce del barranco, con zonas húmedas y resbaladizas, disfrutando de este recóndito y misterioso entorno. Cuando ya llevamos un buen trecho bajando y en el momento que el estrecho se vuelve más angosto, el sendero remonta bruscamente hasta el abrigo de Chimiachas. Será el momento de contemplar el ciervo de Chimiachas que sorprende por su extraordinaria conservación y expresividad.
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Barranco de Chimiachas |
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Abrigo de Chimiachas |
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Ciervo de Chimiachas |
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Barranco de Chimiachas |
El camino de regreso los haremos deshaciendo nuestros pasos hasta las Balsas de Basacol, sin pasar por los abrigos de Quizans. Desde las balsas volveremos a Alquézar por una senda que sigue al S hasta el collado de San Lucas, disfrutando de imponentes vistas sobre el cañón del río Vero. Desde el collado tan solo nos quedará descender por una zigzagueante senda hasta el pueblo.
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Barranco de Payuela |
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Plaza Rafael Ayerbe |
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Una de las bonitas casas de Alquézar |
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Colegiata de Santa María la Mayor |
Hola Guillem, que ruta mas completica te has marcado. En mi próxima visita a Zaragoza me acercaré a Alquézar, que la tengo en la agenda desde hace varios años.
ResponderEliminarSaludos y felices fiestas.
Hola Ángel,
EliminarEl entorno de Alquézar es una pasada, con una infinidad de lugares con encanto por visitar. De hecho, aún me falta por reseñar algún sendero más por la zona. Estas semanas ha sido un lujo estar por allí sin encontrar a nadie.
Centrándonos en la ruta, tengo que reconocer que el ciervo de Chimiachas me sorprendió por su tamaño, me lo imaginaba muy pequeño, al estilo de La Gioconda jajaja. Además aluciné con el solitario y mágico barranco de Chimiachas en un día con nieblina y una temperatura por debajo de cero grados.
¡Salud y montaña!
Hola Guillem.
ResponderEliminarLa realice hace ya unos cuantos años con mi mujer y unos amigos, como bien dices sorprende lo solitario y bonito que es el barranco y el tamaño del Ciervo.
Por la zona, también es interesante hacer una gran circular rodeando el río Vero, bajando a su curso por Articazos y Pasolen, aunque no es una ruta para ir solo ni para aficionados, ya que la vuelta toca subir un par de horas monte a través, pero te permite disfrutar de la Guara salvaje.
Un saludo
Hola Eduardo,
EliminarAntes de visitar el lugar estuve curioseando el itinerario que propones, recopilando información me apareció tu track en Wikiloc ¡Una auténtica rutaca en un entorno muy salvaje! Me la dejé anotada por si un día se brinda la ocasión de completarla :)
¡Salud y montaña!
Yo si quieres te hago de guía. Sarna con gusto no pica 😂
EliminarPues sería un gustazo contar contigo como guía :)
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