Ascensión a la mítica cima de los Pirineos, con paredes que son testimonio de épicas ascensiones. Refugio del glaciar más importante de la península, rodeado de aristas tan afiladas que parecen sables. Además, el Aneto, es una cima emparentada con legendarios personajes como Pyrene o seres tan temidos como Netú. Aunque la vía clásica es por La Renclusa, para coronar esta bella y deseada cumbre, usaremos la vía sur o de Coronas, una de las más bonitas que nos ofrece este majestuoso macizo. Esta ruta no tiene ninguna dificultad añadida a la de La Renclusa e incluso se la puede considerar más sencilla al evitar el confuso paso por el Portillón Superior. El único inconveniente es que al tratarse de la cara sur, la ascensión está recomendada a finales de primavera o principios de verano.
Ficha de la actividad
Distancia | 10,7 km |
Desnivel positivo | 1.451 m |
Desnivel negativo | 1.451 m |
Altitud máxima | 3.404 m |
Altitud mínima | 1.950 m |
Dificultad técnica | Difícil |
Dificultad física | Moderada + |
Circular | No |
Zona geográfica | Benasque |
Track | Descargar |
Toponimia
Henry Reboul confirmaría en 1817 que el pico Aneto era la cima más elevada de los Pirineos, un honor que hasta ese instante poseía el pico Maladeta, quién le había arrebatado, poco antes, esa consideración al Monte Perdido. Precisamente sería este topógrafo francés quién bautizaría a la cima como Néthou. Seguramente guiado por las primeras reseñas cartográficas que se le atribuyen a Le Blottière en 1730. Desde ese instante otras variantes surgirían, como Nelto, Nettou, Anetthou, Annetton, Anelthou, Nethom o Aréthon.
No obstante esto, el propio Henry Reboul mencionaba que en el valle de Barrabés al pico Néthou le llamaban Malaïta. De hecho, en diversos documentos y anotaciones anteriores a 1730 encontramos nombres tales como Malahitta, Malhitta, Malaía, Malaïta o Maleïda. Un ejemplo es el libro Crónica universal del Principat de Catalunya, publicado en 1609 por Jeroni Pujades. El nombre de pico Aneto se documenta por primera vez en 1878 en el libro Memorias de la Comisión del Mapa Geológico de España de Lucas Mallada. Actualmente su nombre oficial, propuesto por el Gobierno de Aragón, es Tuca d'Aneto.
Historia
La primera ascensión que realizarían al Aneto seis intrépidos fue en 1842. Fueron un militar ruso de nombre Platón de Tchihatchchieff y un botánico aristócrata francés llamado Albert de Franqueville, acompañados por otras cuatro personas, contratadas como guías y porteadores. Desde entonces muchas personas han coronado esta cumbre y otros tantos anhelan su ascensión.
Acceso
Para alcanzar nuestro punto de partida, desde Benasque, seguimos por la A-139 hasta el desvío de Senarta, ubicado junto a una visera antialudes. A partir de aquí ascendemos en vehículo privado por la pista forestal de Vallibierna hasta el refugio libre de Coronas. Hay que señalar, que esta pista forestal se cierra al tráfico desde finales de junio hasta principios de septiembre, cuando hay un servicio de autobús. También podemos remontar la pista a pie, resiguiendo el GR-11 y atajando un zigzag inicial de la pista por un sendero señalizado.
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Barranco de Coronas |
Recorrido
Al llegar al refugio de Coronas nos equipamos con las pesadas mochilas y emprendemos la ascensión siguiendo el barranco de Coronas, tímidamente iluminado por la luz de nuestros frontales. Con los primeros destellos de la luz del día alcanzamos el ibonet de Coronas, con excelentes vistas de la cresta de Pedres Albes.
A continuación, encaramos una dura ascensión por medio de un extenso canchal que nos conduce hasta el ibón Inferior de Coronas, donde apreciamos las primeras placas de nieve de la jornada y, además, vemos nuestro objetivo, el pico Aneto. Buen momento para hacer un breve descanso y así recuperar fuerzas. Observando el Aneto es fácil caer en la tentación de intentar identificar el paso de Mahoma. Aunque se le considera un paso de sencilla progresión, es fácil no tenerlas todas y poder tener dudas sobre si lo vamos a cruzar o no. Platón de Tchihatcheff comparó este angosto paso con el estrecho puente, cortante como un sable, que, según escribió Mahoma en "Al Corán", sólo los musulmanes justos podrían cruzar para alcanzar el paraíso. De aquí el origen del nombre de Paso de Mahoma.
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Glaciar de Coronas |
Avanzamos camino del ibón del Medio, completamente helado. Momento de equiparnos con los crampones y el piolet, dos herramientas fundamentales para la ascensión. Dejadme destacar que no basta con llevarlas, hay que saber usarlas. En este sector podremos disfrutar de fabulosas vistas de la cresta de Cregüeña y el característico pico de Aragüells (3.048 m). Posteriormente superamos el ibón Superior para emprender el precioso y empinado ascenso al collado de Coronas (3.201 m) que nos llevará a cruzar el glaciar de Coronas. En función de la fecha en la que podamos realizar la ascensión las condiciones pueden variar notablemente, no es lo mismo avanzar sobre nieve que sobre hielo o saltando bloques granito.
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Pico de Aragüells |
Tras una ascensión sin descanso alguno para nuestras piernas, nos situamos bajo el collado de Coronas. Debiendo realizar una sencilla trepada (grado I) para cruzar a la vertiente norte. Desde el collado se nos abre una fabulosa panorámica con Francia en el horizonte y el pequeño ibón de Coronas a nuestros pies. Seguimos ganando altura y nos adentramos en el glaciar del Aneto, donde solamente nos queda afrontar el tramo final de ascensión.
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Corredor Estasen |
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Glaciar del Aneto |
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Collado de Coronas con el pico homónimo |
Poco a poco nos vamos acercando a la antecima del Aneto, las pulsaciones se aceleran, nuestro cuerpo está percibiendo una menor cantidad de oxigeno. Finalmente nos encontramos con la estrecha y peligrosa arista que nos separa de la cima. Afortunadamente, la cresta es más sencilla de lo que aparenta, pero los impresionantes acantilados que la abrazan pueden generar cierta sensación de vértigo. Motivo que puede generar largas colas en los días más concurridos. Así que lo más aconsejable es meterse un buen madrugón y llegar los primeros a la cima, salvo que no nos importe entretenernos haciendo colas a estas alturas. La panorámica que nos ofrece el Aneto (3.404) es extraordinaria, pudiendo observar las cumbres más destacadas de los Pirineos como el Posets, el Perdiguero o la Pica de Estats. Además de las cimas del macizo de la Maladeta o Sierra Negra.
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La divisoria francesa cubierta de nubes |
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La Punta Oliveras y los picos de Coronas, Maldito, Abadías y Maladeta |
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En el horizonte el macizo del Posets |
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Vielha e Mijaran |
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El Pico Salvaguardia, Portillón de Benasque y el Pico de la Mina |
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Pico del Medio, Punta Astorg y Pico Maldito |
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En el horizonte la estación de esquí de Baqueira Beret |
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Pico Aneto |
Ya durante el descenso hacemos una breve visita a la Punta Oliveras (3.302 m), un sencillo tresmil ubicado junto al pico Aneto y que en muchas ocasiones la gente no corona al desconocer su existencia. El resto de la bajada la haremos por el mismo itinerario, hasta el ibonet de Coronas, donde bajaremos por un antiguo camino más entretenido que circula paralelo al barranco de Coronas, siendo el lado opuesto al del ascenso. Si vamos muy cansados, mejor regresar por el mismo camino de ascenso, ya que esta variante puede conducirnos a alguna confusión. Pero si estamos frescos, es una buena forma de conocer con mayor profundidad la zona.
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Ascensión al Aneto desde la Punta Oliveras |
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Pico de la Maladeta |
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Pico Aneto |
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Circo de Coronas |
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Pico de Aragüells |
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Barranco de Coronas |
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Ibonet de Coronas |
Para acabar, destacar que la ascensión al Aneto requiere de un considerable esfuerzo y una preparación adecuada. Pero si sigues los consejos que te propone Montaña Segura afrontarás el reto de la manera más adecuada y segura.
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