En el corazón de las montañas de Prades, junto al pequeño núcleo de El Pinetell, se esconde uno de los rincones más mágicos del Brugent: el Toll de l’Esqueix. Una garganta natural excavada por la fuerza del agua durante siglos, donde el río se precipita en forma de pequeña cascada y crea una poza de aguas cristalinas y frías, perfecta para refrescarse en verano.
Ficha de la actividad
La ruta comienza en el pintoresco pueblo de Farena, con sus casas de piedra y calles adornadas con flores y plantas. Desde allí tomamos el PR-C-20 en dirección a El Pinetell, siguiendo el camino de la Bartra. El sendero, empedrado en algunos tramos, atraviesa un extenso bosque con preciosas vistas sobre los Cingles de Mas d'en Gran.
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Farena |
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Farena |
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Camino de la Bartra (PR-C-20) |
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Cingles de Mas d'en Gran |
Al llegar al Mas de Caret, dejamos el PR-C-20 para tomar a la derecha el camino dels Escolls, siempre siguiendo las indicaciones hacia El Pinetell. El sendero desciende hasta la carretera TV-7044, que seguimos brevemente, y tras cruzar un puente la dejamos para coger un sendero a mano izquierda que, tras volver a cruzar la carretera, nos conduce hasta El Pinetell.
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Curiosos escalones en el camino |
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El Pinetell |
Este pequeño pueblo, también con encantadoras casas de piedra, nos invita a callejear antes de continuar por el camino de la Riba, que bordea antiguos márgenes de campos. Llegamos así a una bifurcación señalizada: a la derecha nos dirigimos a la Punta del Lloro, un espectacular mirador sobre el río Brugent. Tras disfrutar de las vistas, regresamos al cruce para descender hacia el pas de l’Esqueix, una estrecha grieta entre rocas equipada con cuerdas que facilitan el paso. Poco después, dos puentes colgantes nos conducen directamente al Toll de l’Esqueix, un lugar de gran belleza natural.
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Pas de l’Esqueix |
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Puentes colgantes del Toll de l'Esqueix. |
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Puentes colgantes del Toll de l'Esqueix. |
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Puentes colgantes del Toll de l'Esqueix. |
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Puentes colgantes del Toll de l'Esqueix. |
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Toll de l'Esqueix |
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Toll de l'Esqueix |
A partir de aquí, seguimos la margen derecha del Brugent, remontando sus aguas entre pequeñas pozas y curiosas formaciones rocosas. El camino nos lleva al Molí del Castellà, y más adelante cruza el río varias veces, pasando junto a la Font de les Fontanelles y los restos de los antiguos molinos de Vilalta, Cristí y Borrós, testigos del importante aprovechamiento hidráulico de la zona. En este rincón descubrimos lo que hemos bautizado como el Toll Cobert: una poza de aguas cristalinas escondida bajo enormes rocas que, al disponerse como un tejado natural, crean un refugio mágico y sorprendente.
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Río Brugent |
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Río Brugent |
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Río Brugent |
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Molí de Castellà |
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Les Fontanelles |
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Molí de Vilalta |
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Molí de Vilalta |
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Río Brugent |
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Toll Cobert |
Finalmente alcanzamos el Molí d'en Fort, aún habitado, desde donde tomamos una pista durante unos 500 metros. Una nueva bifurcación a la derecha nos lleva por un sendero algo más difuso y con algo de vegetación, que pasa junto al Molí de l'Oli y nos devuelve directamente a Farena, completando una excursión circular cargada de naturaleza, historia y rincones inolvidables.
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Molí d'en Fort |
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