sábado, 6 de diciembre de 2025

Picos del Infierno

Picos del Infierno


Ascender a los Infiernos implica recorrer un paisaje que te corta la respiración y que te hace temblar las piernas, pero como toda gran cima, te recompensa con unas vistas de ensueño. Por delante, una de las travesías circulares más espectaculares del Pirineo, en la que coronaremos los tres tresmiles principales del macizo: Infierno Occidental (3.075 m), Infierno Central (3.083 m) e Infierno Oriental (3.079 m).


Ficha de la actividad

 Distancia                                           
15,5 km
 Desnivel positivo
1.527 m
 Desnivel negativo
1.527 m
 Altitud máxima
3.083 m
 Altitud mínima
1.637 m
 Dificultad técnica
Difícil
 Dificultad física
Difícil
 Circular
 Zona geográfica
Panticosa
 Track

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Recorrido

La ruta clásica a los picos del Infierno parte del refugio Casa de Piedra (1.636 m), ubicado junto al Balneario de Panticosa. Desde aquí tomamos el GR-11 en dirección norte, ganando altura rápidamente por un sendero que supera la muralla del barranco del Caldarés trazando amplias zetas.


El GR-11 junto al barranco del Caldarés.


En los primeros minutos ya disfrutamos de unas bonitas vistas del conjunto termal y a medida que ascendemos, aparecen a nuestra izquierda los picos Argualas (3.046 m) y Garmo Negro (3.066 m), dos de los grandes protagonistas de la zona. El camino pasa junto a varias cascadas, destacando el Salto dero Pino. Tras atravesar una pequeña zona más llana, alcanzamos la Cuesta dero Fraile, un tramo donde el sendero asciende en zigzag por un marcado ascenso junto a la cascada homónima, hasta situarnos por encima del valle.


Salto dero Pino


Superado este tramo llegamos al ibón de Bachimaña Inferior (2.175 m), junto al cual se sitúa el refugio de los Ibones de Bachimaña (2.200 m). Siendo lo más habitual pernoctar aquí y dividir la ascensión en dos jornadas, nosotros, así lo hicimos.


Ibón de Bachimaña Inferior
Refugio de los Ibones de Bachimaña
Ibón de Bachimaña Inferior


Desde el refugio de Bachimaña regresamos al GR-11 para alcanzar y bordear el ibón de Bachimaña Superior (2.220 m), en un entorno ya claramente alpino. El valle que se abre hacia el oeste, en dirección a los Ibones Azules (Os Azules en aragonés), asciende junto al barranco alternando con pequeños rellanos que permiten ganar desnivel de forma progresiva. 


Ibón de Bachimaña Superior
Tascas deros Azules


Tras superar una corta zona de caos de bloques, alcanzamos el ibón Azul Inferior (2.350 m), donde por primera vez se dibuja con claridad la afilada silueta de los Infiernos reflejada en sus aguas. Sin duda, uno de los rincones más espectaculares del itinerario y de los Pirineos, con un color azul intenso que varía desde tonos celestes claros hasta profundos azules. Apenas unos minutos después llegamos al ibón Azul Superior (2.390 m), encajado en un magnífico circo cerrado por el pico de Piedrafita y la imponente Marmolera.


El Ibón Azul Inferior, con los Infiernos reflejándose en sus aguas.
Contrastes de roca y agua en el Ibón Azul Inferior, a los pies de la Marmolera y los Picos del Infierno.
El Ibón Azul Inferior con un color azul intenso.
El ibón Azul Superior, rodeado de un magnífico entorno montañoso.
Tras el ibón Azul Superior se elevan los picos de las Marmoleras y Piedrafita.
Ibón Azul Superior


Desde aquí nos dirigimos al visible cuello del Infierno o deros Azules (2.722 m) por una amplia pala pedregosa, tras el cual encontramos el ibón de Tebarray. En este punto abandonamos el GR-11 y comienza el tramo más alpino de la ruta. Una incómoda tartera nos conduce a un pequeño collado secundario (2.910 m), desde donde se inicia el vertiginoso flanqueo de la Marmolera, una característica faja de mármol pulido. Esta travesía es muy aérea, pero técnicamente sencilla (grado I+ / II). Bajo nuestros pies, la lengua de mármol blanco se precipita cientos de metros hacia Sallent de Gállego.


Picos del Infierno
Ibón de Tebarray
Tras el pico de Tebarray (2.916 m) asoma el Balaitús (3.146 m).
Trepada final antes de alcanzar el primer collado.
El vertiginoso flanqueo de la Marmolera discurre justo por la línea donde cambia el color de la roca.
Vista atrás del flanqueo de la Marmolera.


El tramo más comprometido finaliza cuando alcanzamos un segundo collado situado a 3.001 metros de altitud. Desde este collado ganamos la arista y alcanzamos el primero de los tres miles, el Infierno Occidental - Punda Garmo Blanco (3.075 m). La cresta hacia el Infierno Central - Punda Alta de Pondiellos (3.083 m) es amplia pero muy aérea y se recorre con facilidad prestando atención a la exposición. Tras un pequeño descenso y una corta trepada final se alcanza también el Infierno OrientalPunda dera Nevera (3.079 m), completando así la trilogía principal del macizo.


Vista de la arista desde el Infierno Occidental o Punda Garmo Blanco.
Los picos Garmo Negro, Argualas y Algas, todos ellos por encima de los tresmil metros.
El Pico Balaitús, una de las montañas más emblemáticas y dominantes de los Pirineos.
Panorámica desde el Infierno Central o Punda Alta de Pondiellos.
Vista de la arista recorrida desde el Infierno Oriental o Punda dera Nevera.
El Infierno Oriental o Punda dera Nevera con el Vignemale en el horizonte.


Desde la cumbre regresamos al collado situado entre el Infierno Central y el Oriental, donde iniciamos un comprometido descenso por la ladera derecha del Corredor Sur de los Infiernos, la ruta normal desde el Balneario. No se debe descender directamente por el fondo del corredor, ya que cuenta con un resalte rocoso que no se puede salvar sin cuerda. Se trata de un descenso delicado por terreno descompuesto, donde el uso de casco es muy recomendable. Destrepes sencillos, terrazas inclinadas y piedra suelta nos obligan a extremar la atención hasta salir a terreno más cómodo bajo la pared sur.


Descenso por la ladera derecha del Corredor Sur de los Infiernos.
El Garmo Negro deras Argualas y la Punda dero Garmo Negro.
Infierno Central, Infierno Oriental y Arnales
Ibones de Pondiellos


A media ladera flanqueamos hacia el collao de Saretas (2.831 m), continuando después hasta el collao de Pondiellos (2.812 m), donde regresamos de nuevo a la vertiente de Panticosa. Desde aquí la bajada es larga pero evidente, pasando por la Mallata Alta (o Majada Alta deras Argualas) y la Mallata Baja (o Majada deras Argualas), hasta entrar en los pinares que anuncian el final de la travesía.


Una marmota en la Majada deras Argualas.


El último tramo nos deja junto a la fuente de la Laguna y, ya sin dificultad, en el ibón de los Baños de Panticosa, cerrando esta impresionante circular en el refugio Casa de Piedra.

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Sobre mi


Apasionado de la montaña y el alpinismo, Ultra Trail Runner y esquiador nórdico. Un enamorado de mi tierra y cultura. Seguir leyendo→

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