En la provincia de Zaragoza encontramos una imponente dolina de 23 metros de profundidad, 22 metros de diámetro y hasta 32 metros de desnivel. En su interior se genera un microclima que ha favorecido el crecimiento de especies propias de zonas tropicales. Situada en el municipio de Grisel y a apenas 3 kilómetros de Tarazona es una visita imprescindible en la comarca de Tarazona y el Moncayo.
Ficha de la actividad
Distancia | 0,8 km |
Desnivel positivo | 25 m |
Desnivel negativo | 25 m |
Altitud máxima | 625 m |
Altitud mínima | 600 m |
Dificultad técnica | Fácil |
Dificultad física | Fácil |
Circular | No |
Zona geográfica | Grisel |
Track |
Aproximación
Accedemos a Grisel por la carretera que sube de Tarazona, justo en la entrada del pueblo encontramos una bifurcación a la derecha indicada como Pozo de los Aines. En apenas 900 metros desde el núcleo urbano encontramos la explanada que sirve de aparcamiento, debiendo atravesar con el coche una pequeña acequia.
Toponimia
El origen de la palabra “aines” parece tener su origen en la palabra árabe “ayn” que significa fuente o manantial de agua. Otras teorías apuntan a que una moza llamada Inés habría perdido la vida cayendo al pozo, otorgándole el nombre de “pozo de la Inés” en su honor. Derivando el nombre con el paso de los años a “Aines”.
Recorrido
El itinerario que nos aproxima al Pozo de los Aines tan solo tiene una longitud de 400 metros, por lo que es una ruta idónea para ir con la familia y niños pequeños. Pero antes de iniciar nuestros primeros pasos podremos disfrutar del mirador que se sitúa en el aparcamiento desde el que iniciamos la ruta. Un agradable paseo entre olivos nos separa de la majestuosa sima kárstica, dejándonos totalmente sorprendidos con sus 22 metros de diámetro.
El sendero al Pozo de los Aines está perfectamente señalizado. |
Mirador en el parking del Pozo de los Aines. |
Un pequeño puente en las inmediaciones del Pozo de los Aines. |
Pozo de los Aines |
Unas escaleras nos permiten descender hasta una plataforma situada a media altura desde la que podremos disfrutar de la majestuosidad del Pozo de los Aines. En su interior encontramos un microclima con 10 grados centígrados de media anual que hace posible la presencia de especies herbáceas propias de zonas tropicales, un hecho que contrasta con la vegetación típica mediterránea que rodea el lugar. Destacan la lengua de ciervo (Asplenium scolopendrium), el cabello de venus (Adiantum capillus-veneris), la sardinera (Asplenium ceterach), el helecho hembra (Athyrium filix-femina) o las largas y resistentes lianas. Junto a la plataforma hay un botón que si lo pulsamos inicia una grabación que nos explica la historia del lugar de forma amena y entretenida.
Acceso a las escaleras que descienden por el Pozo de los Aines. |
Pozo de los Aines |
Plataforma en el Pozo de los Aines |
El Pozo de los Aines es una cavidad de origen kárstico que se formó por la erosión provocada por las aguas subterráneas. Los estratos calizos y yesosos que había sobre la cavidad colapsaron provocando un gigantesco hundimiento. Aunque no se conoce el momento exacto en el que se formó la dolina, su primera referencia documentada data de Juan Bautista Labaña, en su “Itinerario por el Reyno de Aragón 1610 – 1620”.
Pozo de los Aines |
La leyenda
Cuenta la leyenda que, en el año 1535, un adinerado morisco llamado Hamet Ben Larbi desafío a Dios y salió a trabajar con sus yuntas de caballería, aladros y trillos en un día del Corpus. Haciendo caso omiso al mandato religioso de no trabajar en días festivos. Tras un gran estruendo proveniente del cielo la tierra se abrió bajos sus pies y Ben Larbi, sus caballerías y arreos se hundieron en lo que fue la formación del Pozo de los Aines, perdiendo la vida.
Hola Guillén.
ResponderEliminarLa de veces que habrá pasado cerca y no lo conozco. Veo que se lo han currado, con esa pasarela a media altura y la audioguia.
Un saludo
¡Buenas Eduardo! Me alegro de descubrirte un lugar cerca de casa, está muy bien cuidado, con iluminación, información, etc. Contactando previamente con el ayuntamiento se puede bajar más a bajo por otra escalera. Vale la pena acercarse por el lugar :)
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